La naturaleza humana no es capaz de resistirse a tentaciones tan desconcertantes.

Hay fatalidades así, tan desconcertantes que cuesta convencerse de que son ciertas.

Dejaba por separado los aspectos tan desconcertantes de la misma aventura.

Al oír tan desconcertantes nuevas, el Peregrino no supo qué responder.

Y agregó estas palabras, tan desconcertantes como las pronunciadas por el príncipe D'Arcole:

Nunca sé cuándo van a surgir, por eso resultan tan desconcertantes.

Y estos maravillosos caballos de montaña son tan desconcertantes como el propio sendero.

Lundist miró fijamente al nubano con aquellos ojos azules tan desconcertantes.

Dos apariciones misteriosas, dos fenómenos que nos agrada sean tan desconcertantes, tan inescrutables.

Con la mente repleta de tan desconcertantes pensamientos, Calton se dirigió a St.

Sus ojos aguamarina, que parecían no pestañear jamás, resultaban tan desconcertantes como siempre.

Y qué ojos tan desconcertantes, tan luminosos y circundados de oscuridad.

Según los pilotos, la localización en tierra de tan desconcertantes construcciones es labor ardua.

Le miré un segundo con los labios entreabiertos, intentando asumir aquellas palabras tan desconcertantes.

No soy yo quien puede encontrar sentido a esas pistas tan desconcertantes, o no.

Debían haber sido tan desconcertantes e independientes como sus casas.