Si no te conocía, tan peripuesto con tu uniforme de gala.

Cuando Martha se fue, Susannah empezó a preguntarse adónde iría su padre tan peripuesto.

Al entrar me encontré con el Profesor, tan peripuesto y retórico como de costumbre.

Nunca me habían visto llegar tan peripuesto al picadero.

Creo que nunca te he visto tan peripuesto.

Chabelón, de suyo tan peripuesto, ahora vestía una guayabera color canela y altas botas de alpinista.

Y, sin embargo, aquel hombre tan peripuesto y deslenguado no podía ahora disimular del todo su inquietud.

Los caballos no necesitaban verlo tan peripuesto.

Fíjate, tan peripuesto con abrigo y corbata.

Tú tan cuidadoso, tan peripuesto, tan peripato.

Me permito una "razonable" promesa: mañana compraré un reloj digital, no tan peripuesto como este, claro.

Para ir tan peripuesto, desde luego parecía estar al corriente de todo lo que pasaba en el centro.

A los ojos de Martha estaba tan peripuesto y remilgado como siempre, pero tenía un aire más resuelto.

Yo no había estado nunca en París, pero al ver tan peripuesto al hombrecillo pensé en aquella ciudad.

Pero el príncipe, furioso contra todo el mundo, e irritado al verle tan peripuesto y elegante, ordenó de pronto:

Vor llevaba su uniforme con informalidad, sin medallas, mientras que Abulurd parecía tan peripuesto como la raya de sus pantalones.