Estoy tan vapuleado que no sé si podré dar dos pasos más.

Incluso apaga la radio, tan vapuleado se siente por las perdigonadas de la experiencia.

Estaba tan vapuleado, su cuerpo estaba tan rígido, que no pudo hacer mucho con ella.

Frankie no se sintió tan vapuleado como atónito.

Ahora se sumó, se superpuso como una máscara transparente, el asombro miedoso al verlo así, tan vapuleado.

Todo el aparato burocrático se vio tan vapuleado, que se alegrarían de meter a cualquiera entre rejas.

Se sorprende de verlo allí, tan vapuleado; hasta se conmueve de él, lo que no le gusta para nada.

Nunca tuvieron en el rancho niño alguno tan evidentemente falto de cariño y tan vapuleado tísica y espiritualmente como aquel.

Y Parodi se sirve: humilla, hurga en la herida, desgaja al gordo Cabrera que de tan vapuleado ni siquiera responde.

No recuerdo que ningún blanco tan vapuleado por el entrenador de lanza llegara jamás a capitán, y mucho menos a rey.

Félix estaba tan vapuleado y cansado que apenas podía levantar la espada para defenderse de los muertos que avanzaban con paso tambaleante hacia ellos.

Me mantuve en Brutium con un ejército tan vapuleado y mermado por las constantes deserciones que no me atrevía a arriesgarlo en ninguna acción importante.

Aunque, sobre todo, Nerea ansiaba saber qué le había ocurrido, qué había provocado que una noche de mayo llegara al hotel tan vapuleado y mustio.

Es injusto, Cris, muy injusto: algunas veces me veo tan viejo, tan vapuleado y achacoso que no puedo reprimir cierta ternura al considerar mis faltas.

-Nomucho -miróa Etchenike, lo vio tan vapuleado como él-.

¡Pobre emperador de los franceses, tan vapuleado por todos al final de sus días!