Los cangrejos chatos también retrocedieron hacia el humo, escoltados por filas de tanques zoicanos y legiones de tropas de color ocre.

Los observadores de tiro no habían podido fijar la posición de los tanques zoicanos en movimiento, pero sí pudieron evaluar su fuerza y dirección.

-¿No has visto que los tanques zoicanos estaban llenos de alquitrán y de aceite?