Una tarde ventosa llegó a tu casa Gumersindo Arenas, presidente del C.E.L.

En aquella tarde ventosa, él caminaba nerviosamente de un lado a otro.

Era una tarde ventosa y fría de un oscuro mes de noviembre.

Es una tarde ventosa de domingo y las calles están desiertas.

Era una tarde ventosa, fría y sucia, del mes de diciembre.

Era una tarde ventosa, el cielo tenía un color plomizo y amenazaba lluvia.

Una tarde ventosa, en la azotea, pedí explicaciones al negrazo.

Brian aparcó su coche y salieron a la tarde ventosa.

El día que llegaron a Glevum hacía una tarde ventosa.

Era una tarde ventosa, hacía un frío cortante y neviscaba.

Inmediatamente después, en aquella tarde ventosa, salieron del búnker nueve de ellos y se quedaron mirando.

Así que aquí estoy hoy, meses después, haciendo volar cometas una tarde ventosa con esta familia improvisada.

Allí se hallaba una tarde ventosa mientras el reloj de la iglesia de Durnover daba las cinco.

Bajo el cielo plomo de aquella tarde ventosa parecían más de irás y no volverás que nunca.

Una tarde ventosa de finales de marzo, la señora Byrne entra en el taller y pregunta por Mary.

Cuando una tarde ventosa Kleitos apareció con la propuesta de sacarlos a cenar, Hanno no dudó en aceptar.