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Se abalanzaron sobre los tarugos de madera y se los llevaron, triunfalmente.
2
El muchacho acercó dos tarugos de madera que harían las veces de sillas.
3
Sobre la arena se hallaban esparcidos varios tarugos de madera, piraguas, algunas apenas desbastadas.
4
Con la ayuda del torno reducía los tarugos de madera a estacas de veinte centímetros.
5
Solo que los tarugos de madera no están doloridos.
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Los tarugos de madera del pavimento se hendían en negras grietas, secas como cauces vacíos.
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Las velas retumbaban como disparos de mosquetes y los tarugos de madera traqueteaban en las jarcias.
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Ya estaba colocada una hilera de tarugos de madera mojada, a diez centímetros uno de otro.
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Los tarugos de madera estaban recubiertos de cinta aislante, que era lisa pero tenía bordes cortantes.
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Podía taponarlos con tarugos de madera, y la presión interior del oxígeno se encargaría de mantenerlos en su sitio.
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Piezas de granja hábilmente recicladas, rueda de carreta convertida en mesa de salón y tarugos de madera en taburetes macizos.
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La mujer miraba a Borg severamente, mientras éste tiraba de los tarugos de madera y el alambre de piano vibraba sonoramente.
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Se empeñaron en contar los sistemas cristalinos, las redes de Bravais, los elementos y grupos de simetría con unos tarugos de madera.
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Bueno, las virutas de cepillo y los tarugos de madera que me traía del taller los recuerdo rizados y amontonados, pero cayéndose.
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Iba de un lado para otro, ligera como una ardilla, recogiendo tarugos de madera para hacer una buena humareda, nuestra más urgente necesidad.
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Quoyle estaba tumbado en el suelo, con los tarugos de madera apilados encima de su pecho, subiendo y bajando a medida que respiraba.
