Hauth señala que las terapias cognitivo-conductuales han demostrado ser una buena herramienta.

Las terapias cognitivo-conductuales, combinadas con terapias de remediación cognoscitiva, son recomendables para este tipo de trastorno.

Si algo aprendió en la universidad fue eso, cortesía de Albert Ellis, el padre de las terapias cognitivo-conductuales.