Allí solo había una buena carga de leña y una tinaja de vino.

Tiberio Rufio compró una pequeña tinaja de vino y un pastel para cada uno.

Habrá sido en una tinaja de vino, el malnacido.

Por mí, me bebería ahora mismo una tinaja de vino y me dormiría hasta las Apaturias.

Una patrulla había encontrado una tinaja de vino recio y los jarros corrían de mano en mano.

Jim oyó protestar a Tulloch, pero luego la tinaja de vino cambió de mano sobre el volante.

Grumbach dejó bruscamente de tocar el tambor, volcó la tinaja de vino y fue tambaleándose hacia Jäcklein.

Cogió la tinaja de vino vacía y vertió su contenido invisible sobre una de las tazas de barro.

Sobre la mesa se encontraba una gran tinaja de vino de la que ya habían probado todos los presentes.

Sentí tal compasión por la angustiada mujer que envié a un esclavo a buscar una tinaja de vino vacía.

Y allí, detrás de una gran tinaja de vino, en la bodega, sigue estando el pasadizo que lleva al refugio.

Éste las escuchó con gran placer, y fue a explayar su orgullo sumergiéndose materialmente en una tinaja de vino, junto a sus camaradas.

Tenía miedo de caer o de que la tinaja de vino se le escurriera entre los dedos y se rompiera en mil pedazos.

Debían haber descubierto una bodega secreta, porque dos hombres se tambalearon junto a él, riéndose; llevaban una gran tinaja de vino entre los dos.

Tulloch, en el asiento del acompañante, al lado de la tinaja de vino de arroz, sostenía el rifle que asomaba por la ventanilla abierta.

Un enorme ecuatoriano, con la cabeza rapada cubierta por una badana de color amarillo, y un torso del tamaño de una tinaja de vino.