Una mujer joven con una toquilla negra se asomó a la ventana.

Una toquilla negra ponía en el suelo una mancha de luto.

Llevaba una especie de toquilla negra y presumí que se trataba de una monja.

Y Fernanda salió hacia el domicilio de Lucía Oriol, ocultándose bajo su toquilla negra.

Se estiró la toquilla negra y se pasó la mano por los cabellos, alisándolos.

Sobre la cabeza, una toquilla negra de encaje almidonado.

Eugenio Beltrán le arregla un poco a Zacarías la toquilla negra, italiana y amorosa de su señora.

Clara entró en las habitaciones interiores y salió a poco con una toquilla negra en la mano.

Una anciana que usaba toquilla negra estaba metiendo una alfombra doblada bajo el resquicio inferior de la entrada.

Al aproximarnos, observo que tiene los brazos cruzados sobre su pecho, recogiendo la toquilla negra, temblando de frío.

Salim, que captó el tono serio de las palabras, echó rápidamente una toquilla negra por encima de la jaula.

Una pequeña franja de resplandor, semejante a una orla dorada sobre una toquilla negra, había aparecido por el este.

Una mujer que lleva un cesto en el regazo y una toquilla negra en los hombros me sonríe sin motivo.

Con la ancha toquilla negra cruzada sobre el pecho y los brazos cargados de comestibles, Élisa había reanudado la marcha.

Estaba arrebujada en una toquilla negra, y el quinqué, que levantaba, extendía sobre la pared la sombra deforme del moño.

En la calle, camina con los ojos fijos, un tanto ida, con la amplia toquilla negra flotándole sobre los hombros.