Los religiosos se detuvieron junto a un toro de piedra para despedirse.

Había un estanque con nenúfares y una rana toro de piedra grandota.

Los dos sacerdotes lo condujeron hasta la parte posterior del toro de piedra.

La cabeza de un toro de piedra contempla fijamente la nada con sus órbitas vacías.

Los bardos tomaron a Giscón suavemente por los brazos y lo condujeron junto al toro de piedra.

Llegó con paso relajado hasta el toro de piedra y le dio una palmadita en la pata.

Por fin llegamos al puente y a esa especie de toro de piedra que se halla a la entrada.

Akhila tocaba los flancos del toro de piedra que, al contrario que todos los demás Nandis, daba la espalda al sanctasanctórum.

Al llegar al límite, marcado con un toro de piedra que se repetía cada trescientos estadios, nadie salió a su encuentro.

En las grandes paredes del pórtico sobresalía en la parte superior una fila horizontal de cabezas de toro de piedra de espléndida factura.

Atiende a esto: cuando pasemos por el puente, acerca tu cabeza al toro de piedra y oirás un ruido muy grande dentro de él.

Entonces soltó la mano de su mentor, volvió junto al toro de piedra, se entretuvo buscando por el suelo y al fin halló sus sandalias.

Por delante, los aguardaba el lago Toro de Piedra, donde podrían hallarse sanos y salvos.

Presidimos las ceremonias como si fuéramos toros de piedra.

La tormenta había roto uno de los faroles suspendidos en la boca de los toros de piedra.

La función de los leones, los lobos o los toros de piedra sería la de centinelas o defensores.