Pero volvamos al grano que empiezo a parecer una vieja cotilla y aburrida.

Nuestra radio macuto es tan ridículamente eficiente como una vieja cotilla.

Fue idea mía, comisario, un capricho de una vieja cotilla, y él me acompañó.

Con la tormenta a punto de caer, la vieja cotilla se quedaría en casa.

Una vieja cotilla como tantas otras, y eso, desde luego, es un excelente disfraz.

Pero ¿te acuerdas de esa vieja cotilla con la que hablaron Beckman y Gonzales?

Sí, se me puede considerar como una vieja cotilla.

Esa vieja cotilla sí que derramará lágrimas por él.

No es más que una vieja cotilla que siempre anda metiendo las narices en todo.

Alguna vieja cotilla con ganas de ver qué aspecto tenía debajo de todo eso... Cualquiera.

Además, ¿podía un monje conocer a las mujeres tan bien como las conocía una vieja cotilla?

Debajo de vosotros vive una vieja cotilla que nunca sale y tiene el oído muy fino.

Que la vieja cotilla lo descubriera sola.

Eres una vieja cotilla, señora Freeman.

Es peor que una vieja cotilla.

Pero la vieja cotilla, por la cuenta que le traía, se cuidaría mucho de airear los trapos sucios.