Asimismo caminó hasta la viejaherrería para hacer lo que había que hacer.
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Vivían en Klagshamn, en las afueras de Malmö, en una viejaherrería reformada.
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Rondaban ya cerca de los tapiales de la viejaherrería.
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Al quedarse viudo, su padre vendió la viejaherrería y se mudaron al campo.
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Poco después doblaron la esquina de la viejaherrería.
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Wallander escuchaba cada vez más fascinado la descripción de Forsfält sobre cómo estaba restaurando una viejaherrería.
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La vida no ha sido agradable en la viejaherrería desde que Dinah fue a vivir allí.
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Todavía viven en la viejaherrería reformada en las afueras de Limhamn, pero pronto se marchará de allí.
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La viejaherrería sería la futura cocina y el sector de frutales funcionaría como nexo para llegar a la huerta.
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El primer Angel's Place era una viejaherrería en la que teníamos una "galería de tiro" donde poder practicar.
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Aquello le recordó a su viejaherrería y le trajo recuerdos de los días en que su familia no estaba destrozada.
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Junto al comedor estaba el garaje, con el techo y las vigas todavía ennegrecidos por el hollín de la viejaherrería.
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En una viejaherrería me encontré con un periodista conocido: habían instalado allí la redacción y la imprenta de un periódico barcelonés.
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Él y Berdon habían convertido la viejaherrería en su hogar y pasaban cada noche recordando viejos tiempos y haciendo planes para el futuro.
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Pero otra cosa solía reclamar aún más mi atención esas semanas: las bandadas de golondrinas que, innumerables, anidaban en la espléndida y viejaherrería.
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Ellos movieron la cola y su mirada la hizo sentirse una asesina, pero los dejó, cruzó los adoquines y entró en la viejaherrería.