El viejo gentilhombre, entretanto, se había acercado a él paso a paso.

Brindaron, bebieron y el viejo gentilhombre soltó a tenor de la conversación:

El viejo gentilhombre, que vivía allí en una semirreclusión voluntaria, tampoco lo sabía.

El viejo gentilhombre bajó la mirada hacia la misiva, titubeó y la cogió.

El viejo gentilhombre murió sin haber conocido a su esposa.

Cuando Enrique Dohna visitó la península, fue recibido por la familia de un viejo gentilhombre.

Marciac lo cogió para llenárselo al viejo gentilhombre.

Un viejo gentilhombre a quien entregué el recibo me los dio de parte de doña Mencía.

Y el caballero legitimista adelantose y dio una vuelta al salón, con empaque de viejo gentilhombre.

Intrigado, el viejo gentilhombre frunció el entrecejo.

El viejo gentilhombre esbozó una sonrisa maliciosa.

Sin embargo, el viejo gentilhombre preguntó:

Había tenido ocasión de observarla bien, y nada había escapado a la mirada experta de aquel viejo gentilhombre.

Richelieu miró largo y tendido al viejo gentilhombre, con un rostro enjuto y anguloso que solo transmitía frialdad.

Este receloso y viejo gentilhombre hizo como si lo que su semblante transmitía no fuera nada del otro mundo.

El viejo gentilhombre lo tomó.