Mientras hablaba llegó el viejo guardabosques, acompañado de dos perros moteados de pelo largo.

Robbie Grant, el viejo guardabosques, se abrió paso y cogió a Esterhazy por el otro brazo.

Es un viejo guardabosques ese viejo puto.

Todos excepto Dywen, el viejo guardabosques.

Iban a llevárselos cuando el viejo guardabosques, un hombre recio y honesto se asomó de nuevo al carro y dijo:

El viejo guardabosques estaba enojado, y subió con su hijo a un automóvil para examinar las carreteras que salían de Patamoke.

Decía la leyenda que el alma del viejo guardabosques borracho rondaba por aquellos parajes y asustaba los rebaños y los caballos.

Muchas de ellas pertenecían a los Camden, y seguro que no dejarían en la estacada a la viuda de su viejo guardabosques.

Dywen, el viejo guardabosques que alardeaba de poder oler la nieve que se avecinaba, se acercó más a los cadáveres y olfateó.

El viejo guardabosques ya sabía de esta cueva allá por los años veinte, pero hasta 1952 no se entró en ella de forma oficial.

- Ymástodavía -añadíael viejo guardabosques, entrechocando los dientes de madera-

-El viejo guardabosques bajó la vista hacia los cadáveres-

¿Dónde estaban los hombres, aparte del viejo guardabosques?

"En este bosque -medecía un viejo guardabosques- estuvieron un día todos los conejos del mundo.

-Sí-asintióDywen, el viejo guardabosques-

-Bien-dijoel viejo guardabosques-,si eres inocente, acabará sabiéndose, a pesar de todas las pruebas que hablan contra ti.