Fuera sopla un viento siroco espantoso.

Ideas revueltas, erráticas, carentes de sentido soplaban con fuerza en su cabeza como el viento siroco del desierto, sofocando cualquier razonamiento.

Estos cadáveres son enterrados en un pequeño patio interior de la iglesia y hoy sopla un viento siroco, muy cálido y muy húmedo.

"¿Naranjas?", repite, y ahora su sonrisa es tan cálida que recuerda al sur, a un viento siroco del Sahara.