1
La voz del megáfono sonó apremiante, como si estuviera ofreciendo una última posibilidad.
2
La voz del megáfono hablaba perentoriamente, como ofreciéndoles una última oportunidad.
3
También escuchó de nuevo sonar la voz del megáfono, esta vez más amenazadora.
4
La voz del megáfono ordenaba a todos los hombres que se marcharan de inmediato.
5
La voz del megáfono resurgió con más ímpetu: "¡Acabemos con el explotador feudal!
6
La voz del megáfono contestó con una calma sobrenatural, como si hablara con un niño.
7
De nuevo se oyó la voz del megáfono:
8
Era imposible discernir si la voz del megáfono era de un vivo o de un muerto.
9
La voz del megáfono pertenecía a un joven delgado y barbudo que llevaba un turbante negro.
10
La voz del megáfono sonaba áspera y extraña; sin embargo, era inconfundiblemente la de su madre.
11
La multitud apagó la voz del megáfono.
12
Nuevamente la voz del megáfono.
13
Mientras unas bengalas trazadoras atravesaban el cielo, la voz del megáfono insistía en que se apagaran todas las luces.
14
La voz del megáfono era una confusión gigantesca de vocales que rodaban por encima de nosotros como enormes rocas redondas.
15
Parecía haberse movido; la voz del megáfono venía de otra dirección, sin embargo Guderian continuaba sin poder precisar exactamente de dónde.
16
La voz del megáfono se perdía entre los gritos de las mujeres, mientras se llevaban a algunos vecinos esposados a los furgones.
