Las acompañaba el marido de una de ellas, y todas, ya alegres, fueron besándole por turno.

Los pastores no repetían ya alegres estribillos.

Muchos comensales están ya alegres.

Los transeúntes que se cruzaban iban en grupos, ya alegres, o por parejas, más estrechamente abrazados, si cabe, que de ordinario.

Las caras se alargaron, salvo la del capitán Lamerskeny, que vislumbraba ya alegres mañanas durante las que podría matar libios con toda legalidad.