1
Nuestro cubo contendría, brevemente, más ástato del que nunca ha sido sintetizado.
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No existe una hoja de datos de seguridad del ástato.
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Lo curioso del caso es que el ástato es mucho más robusto que el francio.
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El radio inicia entonces una cascada de desintegraciones alfa que saltan por encima del ástato.
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Esto hace que el francio (y el ástato, por razones parecidas) sea extremadamente inestable.
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El ástato sigue siendo el único elemento cuyo descubrimiento fue confirmado por un animal no primate.
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Al propio tiempo, el francio envía los átomos lejos del ástato, haciendo que este sea infrecuente.
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Aun así, es más abundante que el ástato.
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Si el ástato es tan raro, es natural preguntarse cómo lograron los científicos realizar un censo de su presencia.
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Más allá del polonio (pasando por encima, por el momento, del rarísimo elemento ástato) está el radón.
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No sabemos el aspecto que tiene el ástato, porque, como dijo Lowe: "Esa cosa simplemente no quiere existir".
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En esos seis millones de trillones de kilos, la cantidad total de ástato, el elemento natural más escaso, es una ridícula onza, apenas 30 gramos.
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Y tendría que haber 160 aparcamientos idénticos a este, y entre todos esos edificios habría un solo Ástato.
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Nuestro cubo contendría, brevemente, más ástato del que nunca ha sido sintetizado.
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No existe una hoja de datos de seguridad del ástato.
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Lo curioso del caso es que el ástato es mucho más robusto que el francio.