1
Como siempre, Ocllo formulaba preguntas; sin embargo, fue Anas quien lo sorprendió.
2
Cuando, más tarde, Anas y Tupac se tumbaron juntos, ella le anunció:
3
Como no reaccionaba, cogió un plátano maduro de las reservas de Anas.
4
Les sorprendió la voz de Anas, a quien no habían oído llegar.
5
Alargó una mano hacia el rostro de Anas, pero ella lo rechazó.
6
En ese momento, Anas entró sin aliento en la sala de mando.
7
Muchos dormitaban, como hacían Tupac y Anas bajo su cobertor de alpaca.
8
Como si hubiera presentido ese monólogo interior, Anas se apretó contra él.
9
Buscando con la mirada a Anas y a Ocllo, Pachacuti prosiguió sonriendo:
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Cuando llegó ante la cancha de Mama Tami, Anas ya estaba esperándola.
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Lo encontraron sentado conmigo cerca de la muralla contemplando el río Anas.
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El aire estaba frío Y flotaba sobre el Anas una densa neblina.
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La previsión de Anas había ahorrado a su despensa problemas alimentarios.
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Por ello, Anas ardía en deseos de volver a ver a su amiga.
15
Y si el texto que elige no da más pesadillas a mi Anas.
16
Como solo duró unas pocas horas, ni tú ni Anas os disteis cuenta.