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Значения термина acodarse на испанском

Apoyarse.

        Recostarse.

              Использование термина acodarse на испанском
              1
              Volvió de nuevo junto a la ventanilla para acodarse en el alféizar.
              La mina
              2
              Cayetano volvió a acodarse al mostrador y ella se retiró un poco.
              Los gozos y las sombras
              3
              Molesta, evitó sus miradas febriles y fue a acodarse en la proa.
              La tumba del Nilo
              4
              Se puso el pantalón, las zapatillas, fue a acodarse sobre la chimenea.
              El alcalde de Furnes
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              El comisario se incorporó lentamente en su asiento hasta acodarse sobre su escritorio.
              El secuestro del candidato
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              Vuelve a acodarse y, antes de decirlo, rumia lo que quiere decir exactamente.
              La violencia justa
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              Angel se dirigió hacia la proa, con intención de acodarse en la barandilla.
              El otoño en Pekín
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              Lucas fue a acodarse al lado de Pablo y le preguntó:
              Nerópolis
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              No había nada más que acodarse en la barra y esperar.
              El amor sabe a chocolate
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              Parecía costumbre allí acodarse y apretar el puño contra la sien.
              Obras completas
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              Keira vino a acodarse en la barandilla del balcón, justo a mi lado.
              La primera noche
              12
              Luego volvió a acodarse en la barra y levantó la vista.
              Los ladrones del cielo
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              Con la repetición, adquirió soltura suficiente como para acodarse el taled.
              La familia cole 1. el medico
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              Lebreton fue a acodarse a la barandilla de piedra para fumarse un cigarrillo.
              La brigada de Anne Capestan
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              Rodrigo Roque había vuelto a acodarse al tapete y repartía cartas.
              Un asesino irresistible
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              Luego, arrastrando los pies, retornó para acodarse en su desvencijado escritorio.
              Las horas violentas