Lo peor, sin embargo, era que estaba demasiado alelado para formularme preguntas.

Me detuve alelado: comprendí que no podía permitirme un paso en falso.

Además andaba como alelado, como si la guerra no fuera con él.

Admirador de Oppenheimer, la supremacía de los Estados Unidos lo tenía alelado.

Siempre componía esa expresión de alelado cuando trataba de pensar en algo.

Parecía alelado; su mirada pasaba de la pistola al rostro del político.

Allí permanecía primero con aire alelado contemplando los juguetes que le rodeaban.

Estaba lo suficientemente alelado como para no pensar en arrojarse sobre mí.

Su otra mano fue hacia la espada mientras Ario le miraba alelado.

Yo asiento como si estuviera un poco alelado y solo consigo decir:

El rostro conservaba todavía la mueca de alelado terror de la criatura.

Detuvo D. Benigno su voz y sus manos, como alelado, y preguntó:

Obtuvo su carta, que el párroco escribió con el mismo aire alelado.

Amaury les miraba aturdido y como alelado, sin entender lo que hablaban.

En medio de su gesto alelado asomó una sonrisa llena de culpa.

El portugués miró alelado al taxista, que lo observaba por el retrovisor.