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No había un asiento libre en la larga y semioscura sala, antiguo alfolí.
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Avilés comportaba el alfolí de la sal, que daba una renta de medio millón de maravedís al año.
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Repiten con fervor las palabras: Considerad los cuervos, que ni siembran ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta.
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Luego volvió a decir: "Allegad mi trigo en el alfolí"; y entonces muchos fueron arrebatados por las nubes, pero yo quedé donde estaba.
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En virtud de su derecho "eminente", que le permitía todas las apropiaciones, el rey era también propietario del alfolí, o impuesto sobre la sal.
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Aumentó el consumo y en consecuencia bajaron los precios, de modo que se pusieron en explotación nuevas salinas y alfolíes.
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Necesitamos sal, mucha sal, así que enviad un emisario a los alfolíes del norte y que la consiga al precio que sea.
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Absorto, sus pasos le condujeron a la plaza de la Alhóndiga, donde se encontraban los almacenes de grano y legumbres, los alfolíes.
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Las sumas enviadas sobrepasaron los presupuestos, los alfolíes se vaciaron y las cosechas de los últimos años no han ayudado como fue nuestra esperanza.
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"Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta.
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¿Y si aún estaba en el alfolí, el depósito de grano de El Cairo, linda y ociosa a más de doscientas lenguas de allí?