1
La noche empezaba a amarillear en el cielo del alba.
2
Ante ellos se abría la llanura de Tesalia, donde el trigo empezaba a amarillear en las espigas.
3
Eran verdes como el Cantábrico, como las hojas de los tilos que tanto amaba antes de amarillear en el otoño.
4
Los días se acortaban; la verde hierba del prado montañés empezaba a amarillear en las noches cada vez más frescas.
5
Una media luna púrpura destacaba sobre el tono cremoso de su piel, y comenzaba a amarillear en los bordes, como una señal de curación.
6
Vi mi vida de niño amarillear en el árbol, y luego caer, como si el duro invierno hubiese llegado dispuesto a hostigar a la primavera.
7
Los árboles no amarillean en otoño sino que se vuelven repentinamente esqueletos.
8
El hilo blanco amarilleaba en algunos ovillos, quizá debido a la humedad.
9
El sol, en poniente, amarilleaba en los pisos superiores de las casas.
10
Van hacia el Mediodía, llevando los periódicos claros que allí amarillearán en seguida.
11
Día tras día, sigo los progresos del arroz que amarillea en los campos.
12
Era bonito ese cerezo que cantaba y amarilleaba en pleno mes de julio.
13
Solo un presente eternamente perecedero, cuya ficción amarillea en las fotografías.
14
La niebla amarilleaba en torno a los globos de los faroles.
15
Entre las hojas verdes, una hoja que amarillea en la punta.
16
Pero era otoño y las hojas amarilleaban en los almendros.