1
Al portugués le hacía gracia la burda ironía del antiguo ayo del príncipe.
2
Así logró que se le nombrara ayo del príncipe, así como su mayordomo.
3
El conde era el de Nájera, García Ordóñez, ayo del príncipe.
4
Él era el ayo del príncipe, ahora rey, Felipe.
5
Delante de él estaba el viejo Aponitsa, el fiel sirviente y ayo del príncipe Fiodor.
6
La alianza de la de Portugal con el ayo del príncipe su sobrino no era por cierto desinteresada.
7
El zamorano Fernán Ponce de León sería el ayo del príncipe y Samuel de Belorado su almojarife o administrador.
8
Recordaba aquella historia y la ración de azotes que le había propinado el ayo del príncipe, el conde Pedro Ansúrez, por semejante descuido.
9
Don García de Toledo, ayo del príncipe; el conde de Oropesa, el marqués de Mondéjar y los mayordomos del rey juraron después de éstos.
10
-Entrentodos cuatro y aguarden donde mejor les cuadre -concedeel cortés ayo del príncipe.
11
-¿Se sabe algo del ayo del príncipe?
12
De este hecho poseemos un informe directo del ayo del Príncipe, don Luis Sarmiento, fechado en 1551, cuando don Carlos tenía cinco años.
13
Fue en 1537 cuando ocurrió aquel suceso que nos cuenta doña Estefanía de Requesens, la esposa de don Juan de Zúñiga, el ayo del Príncipe: