Dicen que la azotaba sin lástima por la menor falta o error.

La brisa húmeda del mar azotaba sin piedad las palmeras de Biblis.

Lo azotaba sin motivo y luego le daba la mano a besar.

Había zonas de la costa muy escarpadas que el viento azotaba sin cesar.

El viento azotaba sin piedad los árboles que flanqueaban la carretera.

El viento los azotaba sin piedad mientras pendían de la escalera.

Su madrastra la azotaba sin que él se enterase de nada.

Nada más entrar las azotaba sin miramientos, especialmente entre los ojos.

La lluvia los azotaba sin piedad, como si se hallaran bajo una ducha.

El latido hinchado de las olas azotaba sin cesar a través de las piedras.

Era una fría mañana y el viento azotaba sin piedad las calles de París.

Los azotaba sin piedad, destrozando tanto a hombres armados como a hechiceros con túnicas.

La lluvia azotaba sin piedad la nicotiana, las espuelas de caballero y los alhelíes.

Tres días para ser más exactos hacía que aquel viento les azotaba sin descanso.

Cayó al suelo en posición fetal, incapaz de defenderse, mientras Briza lo azotaba sin piedad.

Andaban hundidos en el fango, mientras la lluvia y el granizo les azotaba sin piedad.