Peggy Pope movió el mando del calefactor eléctrico para encender su segunda resistencia.

Primero puso un calefactor eléctrico, de filamentos rojos, sobre la mesa.

Desde un rincón llegaba el ruido de un calefactor eléctrico.

Las dos lucharon con la llave del calefactor eléctrico, encendiendo, apagando, como dos niños.

En el suelo coloqué un pequeño y tolerable calefactor eléctrico.

Hacía frío en su habitación, y aunque no podía permitírselo, encendió el calefactor eléctrico.

Llegado aquel punto de su relato, siempre se encendía el calefactor eléctrico de la pared.

En un rincón zumbaba con brío un calefactor eléctrico.

Tanner se arrodilló y se puso a manipular un calefactor eléctrico situado en la chimenea.

Tras él, brillaba un calefactor eléctrico que hacía cálido el ambiente de la habitación abuhardillada.

Como coger un abrigo de la basura o un pequeño calefactor eléctrico que todavía funcionaba.

Se ha comprado un calefactor eléctrico y pretende ir tirando con él y prescindir del gas.

Decidió que prefería sentarse en el salón, con los pies cerca de un pequeño calefactor eléctrico.

Tomó el abrigo del perchero y encendió un pequeño calefactor eléctrico que solía utilizar de calientapiés.

Algunas noches yo encendía el calefactor eléctrico, pero temía que Joanna lo oliese desde su cuarto.

Luego fijé la vista en el calefactor eléctrico que despedía calor hacia lo alto de la pared.