La yegua castaña y el capónnegro habían muerto; la caballeriza estaba vacía.
2
Estaba inscrito como un capónnegro y se llamaba Japalac.
3
Abría camino Jim, montado en Júpiter, el enorme capónnegro.
4
Banocles se inclinó al pasar bajo una rama sobresaliente mientras llevaba a su capónnegro a través de los árboles.
5
Y entonces el primero de los caballos, un capónnegro, se detuvo bruscamente cuando su jinete tiró de las riendas.
6
Lo buscó afanosamente por el barrio y encontró al fin alguien que le cedió un capónnegro, huraño, y un poco viejo.
7
Gerwyth, que seguía avanzando delante de la caravana, acababa de regresar; su jadeante capónnegro resollaba con un aliento humeante en el aire invernal.