Vlad miró a Henry, que lo observaba con la mandíbula casi desencajada.

Ahora estaba como fuera de sí, con la cara casi desencajada.

Tenía la boca abierta, casi desencajada, en un intento desesperado de capturar oxígeno.

Tenía la boca abierta, los ojos desorbitados, la mandíbula casi desencajada.

La bestia relinchó de dolor, con la mandíbula casi desencajada.

Tenía la cara seria, casi desencajada, como si experimentara dolores-

Anna lo miró con una sonrisa floja, casi desencajada.

Ares contemplaba el arco que dibujó la espada en el aire con la mandíbula casi desencajada.

Es una cuestión que me queda lejos, pero la expresión del hombre que tengo delante está casi desencajada.

Demetrio escuchaba con la cara casi desencajada de la expectación cómo resumía Marullo el contenido de la obra.

Tiene la boca casi desencajada de tan abierta y una dentadura de clavos, embutidos en las fauces con las puntas hacia arriba.

Con una sonrisa torcida, diríase que casi desencajada y, por un instante, no quiero mirarla, porque hay algo en su mirada que me asusta.