1
María terminó arrepintiéndose de haberle pedido a Luciano que buscase al Chilenazo.
2
Él tenía su propia ley y, además, era el Chilenazo.
3
Era imposible pretender que el Chilenazo les indicara el camino que conducía al campamento.
4
Videla en particular desconfía de mí, insinuando que yo conozco el paradero del Chilenazo.
5
El Chilenazo no se resistió cuando lo ayudó a pararse.
6
El Chilenazo se sentó en el suelo, apretando el brazo inútil contra el cuerpo.
7
Pero el Chilenazo no asomó su corpachón derrengado, ni nadie sabía dónde andaba metido.
8
Detrás de un coihue asomó la cabeza salvaje del Chilenazo.
9
Tan ostentosa dimensión alcanzó aquella oscura fiebre patricia, que se ganó el alias del Chilenazo.
10
Pero el Chilenazo no les dio tiempo: un balazo apurado del capataz se aplastó contra su brazo derecho.
11
Se prosternó ante el herido, fundiendo con él su cuota de aniquilamiento y el Chilenazo escuchó su confesión.
12
Era Ángela, la mujer del Chilenazo.
13
El Chilenazo salió del depósito.
14
-Miraque sos tarado, Chilenazo: ¿todavía querés encamarte con ella?
15
Vi a los hombres de Videla buscando al Chilenazo y por ellos me enteré de la muerte de su mujer.
16
-¡Aquíconcluyen las hazañas de Su Majestad el Chilenazo!