Perder o ver reducidos el ánimo, el entusiasmo, las ganas o la motivación para hacer, emprender o enfrentar algo. Sentir desánimo o desgano.
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Además, dada la ocasión no había por qué desanimarse ante pequeños gastos.
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Las fuerzas de la Luz no deben desanimarse por las eventuales derrotas.
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Vidal volvió a desanimarse y añoró la anterior ignorancia de la situación.
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Se esforzó por no desanimarse y aguardar con esperanza el día siguiente.
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Los invito a reflexionar alrededor de esta interrogante y a no desanimarse.
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Empezaba a desanimarse cuando se topó con una Lambretta de segunda mano.
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Intentaba ignorar las voces de los hombres que los perseguían sin desanimarse.
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Quien lo desee debe intentarlo, no desanimarse y, al final, considerar auto-publicar.
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Su locura debía de consistir precisamente en eso, en no desanimarse nunca.
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Lejos de desanimarse por perder la fugaz ventaja, los anfitriones siguieron insistiendo.
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Sin desanimarse, se dirigió a la sección de libros sobre civilizaciones antiguas.
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Lentamente, los Tres Investigadores miraron a su alrededor y empezaron a desanimarse.
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Los pictos no parecieron desanimarse ni inquietarse por este despliegue de fuerzas.
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Jo paseó por la estancia, sin desanimarse por el silencio de Drew.
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Le hicieron falta abundantes dosis de té y paciencia para no desanimarse.
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Sin desanimarse, los agentes siguen preguntando a los niños, uno a uno.