A diferencia del leader inglés, el boss americano trabaja en la sombra.

Cuando llamó a Anson Guthrie para comentarle la petición, el boss sonrió.

Si el boss nos pesca agitando el aire, se arremangará los calzones.

A la salida, viste que el árbitro discutía con el boss del Tritón.

Porque, ya sabes, con el boss el rigor es lo primero.

Confía en su instinto para asegurarse el aprovisionamiento conviviendo con el boss en persona.

Todos ellos encaminados hacia el ferrocarril, en Ohio -enroladospor el boss de Agnello.

Porque cuando el boss se pone como un basilisco puede hacer temblar los árboles.

Pero el boss no se inmuta, es más, los calma.

Y el boss no miraba a nadie a la cara.

Puesto que él es el jefe honcho, la gran enchilada, el boss, nadie lo contradijo.

Igualito que el boss de las ocas marinas.

Probablemente, ni siquiera el boss era el boss.

Genny McKay quería ver a Paolo Di Lauro, el boss que había permitido su ascenso empresarial.

Para todo el mundo, soy el boss.

Y sin que el boss me agarrara.