El cuarto era pequeño y tenía un empapelado de flores desteñidas por el sol.

La pequeña habitación era espléndida, con un empapelado de flores y un mobiliario suntuoso.

Y un empapelado de flores grandes y multicolores que ofende un poco a la vista.

Lo único que desentonaba era el empapelado de flores.

Ya puedes clavar las uñas en la pared, Odelle Bastien; destroza ese empapelado de flores.

Abrió otra puerta y contempló un toilette con empapelado de flores y un inodoro a mochila.

El perfecto caballero, junto al empapelado de flores y la cortina de terciopelo, le devolvió la mirada.

Era estrecho y alargado, empapelado de flores desvaídas por el sol, y estaba tan desierto como el porche.

Era una habitación estrecha, con un empapelado de flores marchitas, decorada con muebles exiguos salvo una cama demasiado grande.

El empapelado de flores de cerezo, con escenas del Japón, también se había desteñido en un brumoso marrón pálido y moteado.

El dormitorio olía a lavanda, había una cómoda blanca, las sábanas de la cama eran color melocotón, el empapelado de flores.

Abrió los ojos y se obligó a centrarse en el chabacano empapelado de flores y el olor a fritanga procedente del exterior.

Tanteó junto a la puerta en busca del interruptor de la luz, sin encontrarlo; solo consiguió desprender un trozo del empapelado de flores.

Una habitación amplia, de paredes con un empapelado de flores algo desvaído, y solo un par de reproducciones baratas con marcos también baratos.

Cliff Clawson y él vivían en una habitación grande con empapelado de flores, montones de prendas de ropa sucias, camas metálicas y escupideras.

Al empapelado de flores, bastante pálido pero todavía en buen estado, le habían dado una mano de barniz para que durara otros cuantos años.