1
Un pecador impenitente, un enano giboso y un viejo gruñón.
2
En otro sector reinaba un enano giboso y de piel verde, la cual se le descascaraba a ojos vista.
3
Y el enano giboso daba saltos, los más altos que conseguía para alcanzar los brillantes que su codicia despertaba.
4
Pero nos ha traicionado un vil canalla, un enano giboso y gesticulante: nos ha engañado miserablemente, arrebatándonos a Lanzarote.
5
Los tres enanos gibosos acechaban tras él con aprensión, y el temor les hacía fruncir el entrecejo bajo los grasientos cabellos negros.