Ningún otro elogio habría podido enorgullecer tanto a Cimón.

Nada puede enorgullecer tanto a un viajero como que le tomen por natural de una tierra privilegiada.

Ahora él se enorgullecía tanto de sus caballos como de sus hombres.

Y nunca me he enorgullecido tanto de él como en este instante.

No se enorgullezca tanto de algo que no se utiliza correctamente.

Las manos, de cuya seguridad se había enorgullecido tanto, le temblaban.

Los ecos de los ladridos le enorgullecieron tanto que ladró un poco más.

Mhoram se enorgulleció tanto de ellos que su aflicción remitió por algún tiempo.

Por Dios, Mart, ¿por qué te enorgullece tanto ser un palurdo?

Me enorgulleces tanto aunque no te lo confiese, ¿lo sabes, verdad?

Sin embargo, hay otros que tal vez no se enorgullezcan tanto de sus acciones.

Koll se enorgulleció tanto que apenas logró reprimir una sonrisa.

El huerto, del que antaño Annie se había enorgullecido tanto, estaba ahora pelado y yermo.

Aquellas flores la enorgullecían tanto como cualquiera de las obras de arte que lograba restaurar.

Se sentía el loco amante de Dios, y ningún título nobiliario podría haberle enorgullecido tanto.

Ward estaba convencido de ello y se enorgullecía tanto de su mujer como Faye de él.