Un enorme abejorro amarillo yacía con las patas hacia arriba.

Un enorme abejorro de bronce zumbaba en torno a las ramas más altas del almendro.

Parecía un enorme abejorro negro posado en la colina, acurrucado en el bosque, y en su propia pena.

Pronto, batiendo el aire como un enorme abejorro, el insecto mecánico no fue más que un punto en el cielo.

Un enorme abejorro se le acercaba de vez en cuando, revoloteando, merodeando, atraído quizás por el intenso color amarillo de su camiseta.

Provoco un sonido de un zumbido caliente, como un enorme abejorro, como esto disparaban sobre la cabeza de Abbadon, se desplomaron hacia el techo-

Un enorme abejorro, tan gordo y amarillo que parecía un ovillo de lana volador, se estrelló repetidas veces contra el mosquitero de la puerta.

Un disparo pasó como un enorme abejorro, agitó los pelos de la barba de MacIan y destruyó la ventana desde la que había estado mirando.

Sobre ella se movían dos enormes abejorros.