Sin embargo, una visión más optimista y menos flagelante tampoco resulta descabellada.

El compañero del flagelante contemplaba a la joven con ojos muy abiertos.

Lluvia flagelante, relámpagos cegadores y el viento que aullaba entre los árboles.

Sintió el golpe cuando el garrote se estrelló contra la cola flagelante.

El cráneo del flagelante acababa de estallar entre un torbellino de polvo.

El asceta busca iluminación; el monje flagelante, redención; el suicida, remedio.

Pero, debido a dichas heridas, el flagelante había ido perdiendo su extraordinaria vitalidad.

Se tambaleaba como un flagelante, perdido el porte fácil de la vida indemne.

Entonces, con un movimiento flagelante continuo, los zarcillos lanzaron la pelota hacia Siritha.

Faulkner escribió: "Ambos lo llevaban como presas de una flagelante exaltación deliberada...".

Con un látigo en la mano, habría sido la imagen perfecta de un flagelante.

Y el engendro ardiente y flagelante ya casi estaba entre ella y la Uzi.

Por una noche, había acallado mi flagelante voz interior, esa bocaza dubitativa y culpabilizadora.

Coyote intentó alcanzarlo, un poco decepcionado, bajo la lluvia flagelante.

Pegajosa y flagelante de lírica salvaje con sabor a alegría y Punta de Cana.

Se estaría apretando el cilicio, haciendo de flagelante, de ermitaño.