Значения термина garrulería на испанском

Tiene el valor de reír con insolencia en una situación como ésta.

La insolencia era evidente, aunque dicha de aquel modo, nada podía objetarse.

Y la mayoría del público respeta la insolencia, incluso cuando pretende condenarla.

Hablar de él resulta casi intolerable; indagar, horadar, tiene sabor de insolencia.

La respuesta es la misma: por insolencia -sí; insolentemente -no.

Negarle una palabra de agradecimiento hubiera supuesto una grosería del todo innecesaria.

Además, me parece una grosería, una falta de respeto hacia tus invitados.

Intentando recuperar su sentido de la realidad, recurrió a la sana grosería.

Teníamos invitados y su retraso tenía el carácter propio de una grosería.

La grosería ajena no produce más efecto en mí que la parálisis.

Por supuesto, Cerulario se negó a aceptar tamaña impertinencia y asunto concluido.

No se trata de otra impertinencia; le pido, muy seriamente, que conteste.

Esa confirmación monista era la impertinencia más audaz dicha respecto al espíritu.

Tu impertinencia al sacar el tema significa que esta reunión ha concluido.

Era un canalla incorregible y, no obstante, su impertinencia tenía cierto encanto.

Lamento la Pérdida de respeto Por este término y su vulgaridad actual.

Además, constituye el único seguro posible contra la vulgaridad del corazón humano.

No obstante, ahora resulta muy útil cerrar los ojos ante tal vulgaridad.

Lo contrario a la elegancia no es la pobreza, sino la vulgaridad.

Con los ejemplos anteriores temo haber entrado un tanto en la vulgaridad.

Pero precisamente la tosquedad de estas palabras produjo buena impresión al comisario.

La música ayuda mucho a suavizar la tosquedad natural en los jóvenes.

Tampoco me identificaba con la tosquedad y la barbarie del racismo militante.

Siempre la misma aspereza y tosquedad que noté en tus primeros trabajos.

En los enanos no había maldad; solo tosquedad y cierta laxitud etílica.

Acto seguido, chasqueó la lengua con una ordinariez impropia de su aspecto.

Era francamente obsceno y la ordinariez conquistó nuevas fronteras, pero fue divertido.

Le repugnaba leer aquella prensa, donde se la trataba con inaudita ordinariez.

La ordinariez de aquel casino desmentía el sentido creador de los hombres.

Para empezar, la atmósfera no puede estar más anclada en la ordinariez.

Su comportamiento conmigo de ninguna manera podía atribuirse a la simple zafiedad.

Esa es la zafiedad que denuncia Luminita, el sentido de su combate.

Un camino y el otro conducen a la zafiedad, a la indiferencia.

Pero si hay algo que odian todos los egipcios es la zafiedad.

Prefería no cenar a tener que enfrentarse con aquel monstruo de zafiedad.

Sybilla Armstrong había conseguido elevar la horterada a la categoría de elegancia.

Te parecerá una horterada, pero a veces lo hortera es lo correcto.

Tenía unos doce años, supongo, así que decía que eran una horterada.

Horrible, una horterada impropia de ella que me sentó como un tiro.

David quería casarse con guantes blancos, Pedro consideraba que era una horterada.

Al contrario que en Extra Tv, aquí la riqueza rezuma cultura, no chabacanería.

Contradecirlo delante de otras personas sería un acto de pura chabacanería.

Aunque lo cierto era que, más allá de su chabacanería, la admiraba encendidamente.

Su gusto por el lenguaje popular puede llegar a la chabacanería.

La torrencial chabacanería intelectual y moral que ha derrochado el Sr.

Allí se vio envuelto en una astracanada mezcla de secretismo y publicidad.

Es más que tosca -unamuchacha al uso la llamaría una astracanada.

Él es su propio doble de escenas peligrosas, el protagonista de una astracanada.

No era adecuada a un cómico de astracanada especializado en papeles de tímido.

Como alguien en una astracanada, miré hacia la casucha y luego al puma.

Se acercó a sus grandes ventanales, cegados por papel de estraza, pero no se veía nada a través de la basteza del marrón.

Durante la siguiente media hora mi oreja quedó en más de una ocasión totalmente pegada al hombro, mientras Reza arrancaba la basteza de mí pelo.

A la mañana siguiente mis compañeros lo pusieron en cuarentena y lo llamaron "rajado" con esa basteza cuartelera que abruma cuando los "hombres" están solos.

Esa falta de educación seguramente era intencionada y, en cierto sentido, práctica.

Para los pobladores esa acción demuestra falta de educación y de conciencia.

Hay en los italianos una falta de educación histórica en la democracia.

La falta de educación sexual en este país es un problema grave.

Es falta de educación, de cultura y el ánimo de hacer daño.

No obstante, que quede claro: me ha parecido de muy mal gusto.

Va contra todo sentido del refinamiento; en resumen: es de mal gusto.

Cosa que nuestra sociedad y cultura silencia, porque es de mal gusto.

Estima que editarla no sería de mal gusto, sino un sentido homenaje.

Además del mal gusto de una frase que recuerda a otros tiempos.