Los gritos de duelo atravesaron el cielo oscuro.

Y los gritos de duelo hicieron retemblar todo el palacio con un ruido parecido al de la resurrección.

He oído los gritos de duelo.

El salón se llenó con los gritos de duelo por el difunto faraón y las aclamaciones al sucesor.

De repente, la sala se llenó de gemidos y gritos de duelo por todas las muertes causadas por aquella guerra.

Noche y día, la plebe ofrecía sacrificios en los templos, pero los lamentos y gritos de duelo no cesaban nunca.

Ligige' permaneció en el exterior y estuvo sola hasta que sus gritos de duelo apartaron a los aldeanos de los hogares.

"Dejó al poeta sumido en el enojo, pero apenas había salido a la calle cuando oyó los gritos de duelo.

¡Amigo, apártate de los lugares en que reina la opresión, y deja que resuene la morada con los gritos de duelo de quienes la construyeron!