1
La gente era escasa, y para comer solo había maíz, mandioca y carne del huanaco.
2
El huanaco es un animal de la selva.
3
Permítame decirle, señora Huanaco, que eso es la auténtica miseria -hizouna pausa-
4
El profesor Arturo Huanaco expresó su satisfacción al ganar el partido.
5
Se llama Flor Huanaco y no sé por dónde puede parar.
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Luego espió, a través de los gemelos, su breve conversación con la señora Huanaco.
7
Ya debe estar en su tierra el pobre, entre huanacos.
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Luna contuvo el aliento: aquella chica era Samara Quispe, la hija de Flor Huanaco.
9
Desde hace más de tres semanas, la infraestructura municipal continúa tapiada exigiendo la renuncia de Huanaco.
10
Parecía imposible, pero no cabía duda: allí, delante de sus narices, estaba la mismísima Flor Huanaco.
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Fue él quien vendió a la señora Huanaco.
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Es una boliviana llamada Flor Huanaco y debe de trabajar en alguna casa de este barrio.
13
Es Samara Quispe, la hija de Flor Huanaco.
14
No pensarás meterte en más líos... Víctor contempló en silencio, fijamente, el retrato de Flor Huanaco.
15
Además, piense en su hija, señora Huanaco.
16
Pero no pienses que me olvidaré de ti; cuando vuelva quiero ver a Flor Huanaco, aquí mismo.
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