Había pasado al otro lado del abismo que ningún puente puede cruzar.

Apenas podía distinguir las filas parshendi delante, al otro lado del abismo.

Aunque seguía sin conseguir imaginar mi aterrizaje al otro lado del abismo.

Al otro lado del abismo está el bosque con agua y víveres.

Al otro lado del abismo, el tanque centinela continuaba su repetitivo movimiento.

A la suave pendiente al lado del abismo fueron llegando los siguientes.

Al otro lado del abismo, una escalerilla se descuelga hasta el suelo.

Al otro lado del abismo, una torre se elevaba desde las profundidades.

Solo había una campana más, y, finalmente, el otro lado del abismo.

Se quedó inmóvil durante un tiempo, mirando al otro lado del abismo.

Si vas lo bastante rápido, puedes ver el otro lado del abismo.

Desde el otro lado del abismo no hay manera de saberlo.

Al otro lado del abismo, varios parshendi bajaron sus arcos, interrumpiendo sus cánticos.

Cristina, aún al otro lado del abismo, lejos del declive y la decadencia.

Al otro lado del abismo se encontraba Osman Pasha acompañado de sus piratas.

Se había detenido y pendía en el vacío a un lado del abismo-