No hay leche de verdad, pero veo media botella de leche de magnesia.

Me tocó la propaganda de la aspirina y leche de magnesia para América Latina.

También sugirió, el aceite de coco y la leche de magnesia como protector solar.

Arzobispo de Canterbury, extracto de vainilla, leche de magnesia, la misma historia de siempre.

Requería leche de magnesia porque tenía pesadez en el estómago.

Al salir nos daban una cucharada de leche de magnesia.

Esto incluye crema dental, leche de magnesia, café, aceite, sulfato de magnesio o ungüentos.

Entonces pedí té con tostadas y leche de magnesia.

Me lo bebí de un trago sin saborearlo, como hago con la leche de magnesia.

Una cajita de pastillas de leche de magnesia.

No le gustaban los ricos, mucho menos los ricos decrépitos que olían a leche de magnesia.

Pedían en algarabía mercurocromo, gotas nasales, vendajes, curitas, árnica, gotas antiespasmódicas, leche de magnesia, azul de metileno.

Vemos el sol, no sabemos administrar su dosis diaria y después no hay leche de magnesia que valga.

Hanny cerró los ojos, y arrugó el rostro como hacía cuando lo obligaban a tomar leche de magnesia.

A eso después usted le manda leche de magnesia, entonces eso se viene volviendo como un pudín de limón.

Y ahora estaba aquí, veintitrés años más tarde, cargando siempre una botella de leche de magnesia en el bolso de mano.