Esos pobres no poseen nada; en fin, yo tengo la lengua larga.

Abrió las fauces y una lengua larga culebreó una y otra vez.

Pendía de sus fauces una lengua larga y roja, y gruñía horriblemente.

Esa lengua larga, húmeda y venenosa, con la que lo había embaucado.

Las grandes mandíbulas se separaron lentamente, mostrando la lengua larga y suave.

Y su lengua larga y perezosa, mucho más suave que el esparto.

Pero siempre vi por ahí unos disfraces rarísimos, orejones, con lengua larga.

Una lengua larga salió serpenteante entre los dientes, afilados y sobrenaturalmente desarrollados.

Debajo apareció pelo, y un hocico, y una lengua larga y rosada.

Cuerpo recio, pelaje denso y oscuro, testa fiera, lengua larga y húmeda.

La mandíbula se abrió totalmente mostrando una lengua larga y afilada.

Podía ver su lengua larga y triangular entre las cuatro hileras de colmillos.

Como era de esperar, el escamoso teriántropo tenía una lengua larga y bífida.

La lengua larga, húmeda y silenciosa de Zahr le esperaba en su pabellón.

Pero a veces se le da la racha, por lengua larga, me entiende.

Era mi forma de pedirle perdón por ser tan lengua larga.