La señorita Herbey le da un pedazo del mantón rojo que le envuelve.

Tosch agachó la cabeza y Kyra ató el mantón rojo alrededor del cuello del dragón.

Ermengarda se apretó el mantón rojo para abrigarse.

La mera presencia de la regordeta Ermengarda, envuelta confortablemente en su mantón rojo, le daría cierto calor.

Recogió las piernas debajo del camisón y el mantón rojo; no gritó, pero había perdido el aliento de miedo.

Félicie vino en zuecos, con un mantón rojo sobre el delantal azul, y en la mano llevaba una bolsa de hule.

A Paloma, que se ofreció para hacer de monaguillo, la hice ponerse una camisa de seda clara y un mantón rojo y negro.

Con la cara desencajada y el vestido negro; pero aún llevaba sobre los hombros el mantón rojo y amarillo por amor al muerto.

Sobre los hombros, un mantón rojo de la China cubierto de bordados, y las joyas brillaban en sus orejas y también en sus dedos.

Estará tendida boca arriba, acalorada y reluciente de sudor, cubierta con un mantón rojo, que al cabo de un instante se deslizará en sueños.

Al fin di con el mantón rojo que habíamos encontrado en el barro de la ciudad de piedra, largo tiempo antes de llegar a Thrax.

Había refrescado y Félicie había vuelto a ponerse el mantón rojo, pero en el atardecer azulado, el rojo parecía más suntuoso que por la mañana.