1
Al final, los que quedaban miraban el reloj sin disimular su impaciencia.
2
Exhaustos, miraban el reloj de la pared y decían: ¡es muy tarde!
3
Todos miraban el reloj en medio de un profundo silencio, que resultaba impresionante.
4
Yo volaba de los nervios, los demás estaban inquietos y miraban el reloj.
5
Los más experimentados miraban el reloj y cronometraban el tiempo en cada vuelta.
6
Ella se sentó sobre el apoyabrazos del sillón mientras ambos miraban el reloj.
7
El vestíbulo estaba vacío, excepto por media docena de chóferes aburridos que miraban el reloj.
8
Los camareros miraban el reloj a cada momento.
9
Ahora miraban el reloj contrariados y seguían leyendo incluso mientras hacían cola para devolver los libros.
10
Unos cuantos miraban el reloj, otros intercambiaban chistes verdes y algunos apuraban una última conversación por el teléfono móvil.
11
Ni siquiera miraban el reloj.
12
Yacen en mí con sus caras de antaño, cuando miraban el reloj y decían: Mañana untaré esos panes con futuro.
13
Después miraban el reloj.
14
No miraban el reloj.
15
En la plaza, la gente empezó a maldecir a los tres hombres que miraban el reloj con rostros pálidos y enjutos.
16
Dos ojos que miraban el reloj, dos oídos que escuchaban el zumbido eléctrico, dos labios apretados, dos manos sobre la cama.
