No oís los latines litúrgicos, las divinas palabras; solamente una monótona salmodia lejana.

Las voces de ambos se mezclaban en una monótona salmodia mágica.

El rumor del tráfico creaba una monótona salmodia en los rincones de la noche.

Según danzaban, daban palmadas y cantaban una monótona salmodia.

La monótona salmodia tiene bruscos descensos que parecen lamentos.

De la iglesia provenía la monótona salmodia de vísperas.

Todos descendieron los rostros y se sumieron en una monótona salmodia que comenzó a marear al extranjero.

Una lechuza, alterada por los extraños sonidos, lanzó su monótona salmodia, pero nadie contestó a su llamada.

Agnés entornó los ojos, acunada por la monótona salmodia que salía de los labios de Miró d'Esquenat.

Meciéndose acompasadamente, recitaron con la monótona salmodia ritual los cantos de guerra y de victoria de las Escrituras.

Murmuraba para sí una monótona salmodia que, en un principio, la muchacha tomó por un recitado de jaculatorias.

En un susurro, Kokchu comenzó a entonar una monótona salmodia en la lengua más antigua de su pueblo, casi olvidada.

Sonaba al fondo regular y mecánica, como si en vez de dirigirse a ella estuviera rezando una monótona salmodia, una lamentación.

Finalmente, en una jerga incomprensible para mí y en tanto colocaba las manos sobre su vientre, comenzó a murmurar una monótona salmodia.

De una de las habitaciones contiguas, en concreto del comedor, llegaba la monótona salmodia del pope, que recordaba el zumbido de un abejorro.