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Ojo: no confundir con otro rulero, el de Libertador y Pellegrini.
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Yo fui a Tucumán y te tiraban con el rulero, con el globo atrás.
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Pero se había equivocado: las bolillitas del paraíso eran las mejores municiones que había para tirar con rulero.
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Foto: Rubén Digilio Te puede interesar El rulero en dos historias: de las peluquerías a un edificio icónico
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Una de ellas tenía un rulero gordo prendido en el cerquillo largo, pijama de franela y chinelas peludas de oso.
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El tiempo seguía feo, pero había clareado un poco y con Alejandro la habíamos pasado lo más bien persiguiendo sapos con el rulero.
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Algunas estaban en pantuflas o con ruleros también llevaban enaguas de seda.
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Ella tenía los ruleros a la vista y cara de pocos amigos.
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La negra con ruleros era la única mujer en todo el local.
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A la tremolina acuden estudiantes y soldados y mujeres con ruleros.
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Se sacó los ruleros y los acomodó metódicamente sobre la mesa de luz.
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El secreto es que se le pone ruleros y pinzas, explica.
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Pero lo más increíble fue la foto que compartió con los ruleros puestos.
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Junto a la cama, envuelta en el mantón, estaba doña Carmen, con ruleros.
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La señorita Cox sacudió la cabeza, incrédula, hasta que le tintinearon los ruleros.
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Los ruleros también son efectivos, y con un buen brushing pueden quedar muy naturales.