Otro es seminarista y el último que entró es analista de mercado.

A pesar de su edad, podía haber pasado por un tímido seminarista.

Llegó a trabajar con el papa Francisco durante su formación como seminarista.

Ni sus afanes religiosos como seminarista diocesano durante seis meses lo detuvieron.

Vivió dentro de la religión como seminarista, les dicen reverendos, diez años.

Deseó que no le hubiese pasado nada a la familia del seminarista.

A Ramón Muntanyola Llorach, la Guerra civil le cogió siendo todavía seminarista.

Tenía veinticuatro años cuando, joven seminarista, emprendió su primer viaje a Italia.

Antes de la guerra fui pastor y seminarista, después cura de pueblo.

Traía consigo un pasado como seminarista, pero con el tiempo lo abandonó.

Cuando era seminarista estuvo involucrado en la resistencia contra la dictadura trujillista.

Si le pagabas sus estudios a un falso seminarista que te estafaba.

El seminarista había descubierto en pocos minutos todo lo que quería saber.

Sacerdote y sotana eran dos ideas inseparables en la mente del seminarista.

La duquesa hizo encerrar al seminarista, diciéndole previamente con cierto dejo irónico:

Por suerte, el seminarista tenía detalles entrañables, que le llegaban al corazón.