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El señor Monroe se enorgulleció de los símiles que acababa de crear.
2
Se emplean símiles, que son necesariamente una idea somera de algo distinto.
3
Eran demasiado ambiciosos: la conversación estaba llena de símiles que nacían muertos.
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Pero la ocasión no era la más propicia para entretenerse con símiles.
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Si los símiles hacen bien su trabajo, se convierten en otra cosa.
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Hayduke dejó de pensar en cosas indispensables, incapaz de encontrar más símiles.
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Se le ocurrían símiles que luego se transformaban en coloridos frescos mentales.
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Se quedaban mirando fijamente el sitio donde antes se sentaban los símiles.
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No hay ampulosidad, ni símiles, ni florituras, ni digresiones ni descripciones innecesarias.
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Cada, lector, conociendo la teoría de esto, puede establecer símiles para diferentes casos.
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No hace falta casi decir que estos símiles biológicos están hoy bastante desacreditados.
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No hay símiles que definan bien su aspecto en ese momento.
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Y no duda en tirar de símiles deportivos para hablar de sí mismo.
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Las comparaciones pueden ser símiles o metáforas, o una mezcla de ambas cosas.
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Son muy curiosos los símiles y lecciones que ofrece la naturaleza.
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En cambio, empezó a ejercer una sutil influencia en algunos símiles.