La actividad del sudra es, por su parte, el servicio.

La sudra se quejó, entre el sueño y la vigilia.

Todo contacto con un sudra impurifica al brahmán.

Si un sudra se impurifica por contacto con un paria, tiene derecho a matarlo en el acto.

Si un sudra conoce algo de los libros sagrados, que solo los brahmanes deben leer, es condenado a muerte.

Si un sudra quedara impurificado por el contacto de un paria, le asiste el derecho de apuñalarlo allí mismo.

Acoge lo mismo al opulento que al sudra, al meteco que al druida, al indiano que al peón de albañil.

Cualquier campesino podía poseer un phante que le ayudaría en las labores del campo como si de un sudra se tratara.

Sayed se despertó, y se quitó del pecho el brazo de la joven sudra con la que compartía cama hacía unos meses.

Despojado de todos sus bienes quedaba reducido a la miseria más absoluta y su condición social caía al nivel de un miserable sudra.

Si un sudra leyera los Vedas o escuchara su lectura, sería duramente castigado y se le debería echar aceite hirviendo en los oídos.

Baedecker pidió bollos y café y vio por el rabillo del ojo a una mujer sudra intocable podando el césped con una guadaña.

En las épocas Kali, el régimen de castas degenera; los sudra, es decir los inferiores, se encumabran porque Brahma ha caído en el sopor.

Según la ley de Manú, el brahmán no debe dar al sudra consejo alguno, ni siquiera en lo tocante a la expiación de los pecados.

Los sudras en los campos interrumpieron su trabajo y alzaron la vista.

Sudra, por su parte, rinde culto al trabajo manual y a las técnicas de sus oficios.