En el campo, las huellas del vendaval revolucionario no eran tan patentes.

Los números del brazo de Anatoli eran tan patentes como el día.

La rigidez y el antinaturalismo resultan tan patentes como en los ejemplos anteriores.

Pero las objeciones eran tan patentes, que Maurice ni siquiera tuvo que expresarlas.

No hace falta refutar, una vez más, tan patentes errores.

Eran tan patentes su angustia y su preocupación, que Mr.

Su ansiedad y alegría eran tan patentes que Ann sintió un latido de simpatía.

Teníamos que ser amables y respetuosos en las conversaciones, aunque notáramos tan patentes las diferencias.

Pero su mortificación y su buena fe eran tan patentes que me dio pena de él.

Están ahí, tan patentes como esta columna.

De repente las hipótesis que barajaba Gabrièlle se hicieron tan patentes que sintió una sensación de náusea terrible.

Lincoln decía que aquellas expresiones eran tan patentes como las serpientes que crecían de la cabeza de Medusa.

Su congoja y contrariedad eran tan patentes que a su alrededor todos habían enmudecido, ni siquiera lo felicitaron.

Sus sentimientos eran tan reales, tan patentes... A veces se me olvidaba que no era uno de ellos.

Eran tan patentes su angustia y su preocupación, que míster Bland hizo todo lo posible para complacer sus deseos.

Son pruebas tan patentes, cuesta creer que nadie haya reparado en ellas hasta ahora...